SE LLEVAN MAQUINARIA Y COBRE
Los robos en zonas agrícolas se han disparado en las últimas semanas. En las localidades madrileñas de Móstoles y Fuenlabrada, cerca de 30 agricultores se han organizado para establecer patrullas urbanas.
Con ellas pretenden frenar la oleada de asaltos en sus tierras de labor y que se elevan ya a los 30.000 euros, 100.000 contando los daños que causan a su labor, ya que se llevan maquinaria y cobre de sus sistemas de riego.
Robos parecidos se están produciendo en localidades del Levante como Orihuela. Allí, los ladrones van también a por la cosecha. Con ello producen enormes pérdidas para los agricultores y pueden crear un riesgo en quienes consuman los productos robados, pues puede que no estén en condiciones sanitarias de haber sido recolectados.