Okupas
La mujer se llama Hortensia. Desde hace cuatro años vive en una residencia pero su familia iba al chalé, en Colmenar Viejo, en Madrid, con mucha regularidad para regar y cuidar a un gato, propiedad de la mujer.
Los vecinos de Hortensia avisaron a su yerno porque vieron luz en la casa. Pero en esta ocasión no era ningún familiar de la anciana, se trataba de okupas.
Javier llamó de inmediato a la Guardia Civil para ver quién se había colado en casa de su suegra. Cuando él llega al chalé de Colmenar (Madrid) ya estaban allí los agentes de la Benemérita. Le confirman que la vivienda había sido okupada.
Según Javier, la Guardia Civil le dijo que "esa no era ya su casa". Él les dijo que tenía la llave y que iba a entrar. "No me permitieron entrar", cuenta el hombre a Antena 3 Noticias. De hecho, el bombín no había sido cambiado, ni manipulado, porque debieron entrar por encima de la valla.
La vivienda de Hortensia son dos chalés adosados, seis habitaciones, piscina, dos cocinas etc... y allí tiene casi todas sus pertenencias. La mujer ha conseguido algunas que los okupas les tiraron a la calle por la valla.
Javier asegura que la Guardia Civil le dijo que no podía ni cortar la luz, ni el agua, ni ningún servicio porque iría detenido a la comandancia.
El juicio no se llegó a celebrar porque la juez decidió que no se trataba de una okupación, sino un allanamiento de morada. La familia de Hortensia está desesperada. Y los vecinos viven con miedo.