Okupación
Cristina está desesperada. Es farmacéutica y no puede entrar en su farmacia. La compró hace un año en un concurso de acreedores pero su antigua dueña se niega a irse.
Mientras, ella paga los gastos del negocio aunque no puede acceder. En la puerta de la farmacia está el aviso de Sanidad que suspende su actividad, sin embargo la okupa ha colocado uno en el que se puede leer: "Farmacia abierta".
Es una situación que se alarga ya más de un año desde esta resolución. La okupa puede dispensar medicamentos con receta, y no paga los gastos del local.
Es una okupación en toda regla, solo que no en un ámbito marginal como estamos acostumbrados a ver, sino en el ámbito sanitario. Antena 3 Noticias intentó hablar con la okupa per se negó a hablar.
Sanidad ha precintado la farmacia en varias en varias ocasiones, pero ella se dedica a tapar los precintos con folletos. También tiene suspendida la receta electrónica con lo que no puede dispensar nada que necesite receta.
Mientras su propietaria legal está en una situación límite, pagando los gastos y sin poder trabajar en otro establecimiento.