TRAS SEIS MESES DE INVESTIGACIÓN
La investigación comenzó en septiembre de 2017 cuando una nave industrial de L'Hospitalet de Llobregat, donde supuestamente trabajaba una compañía de producción audiovisual y vídeos musicales, levantó las sospechas de los agentes por movimientos de personas que no concordaban con esa actividad.
A finales de septiembre detuvieron a cuatro hombres cuando entraban en el inmueble, donde localizaron cuatro cultivos con 1.600 plantas de marihuana, y arrestaron al administrador de la empresa, que resultó ser un testaferro que presuntamente aceptó firmar documentos a cambio de dinero para simular una actividad legal.
En un comunicado, la policía catalana ha detallado que entre los detenidos figura el presunto responsable y sus dos principales colaboradores, que se valían de personas sin recursos económicos o con adicciones para que se dedicaran al mantenimiento de los cultivos.
Los agentes prosiguieron con la investigación y determinaron que uno de los presuntos responsables de la actividad vivía en una urbanización aislada en Piera, donde tenía más cultivos, y que usaba a personas con pocos recursos o adicciones para mantener las plantaciones.
Los investigadores realizaron en la primera semana de marzo tres nuevos registros en Piera y L'Hospitalet de Llobregat, detuvieron al principal investigado y a dos presuntos colaboradores, y decomisaron 2.000 plantas de marihuana y dos kilogramos de sustancias preparadas para su distribución.