ADIÓS AL CARNAVAL
Es el acto más irreverente y desenfadado del carnaval. Un divertido y populoso duelo, el entierro de la sardina, en el que no falta detalle.
Desde las desconsoladas y compungidas viudas a las plañideras que no pueden reprimir sus lágrimas de cocodrilo, pasando incluso por la mismísima muerte en sus diferentes caras a la que encontramos en medio del cortejo fúnebre apresurando el paso.
Una edición en la que hubo mayor presencia del clero y ciudadanos anónimos que querían recordar la transgresión y la irreverencia de estas fiestas.
De riguroso luto miles de personas dicen con este fuego purificador adiós al carnaval de Santa Cruz de Tenerife que da paso a la sobriedad de la Cuaresma.