Volcán La Palma
La actividad volcánica continúa en la isla de La Palma. A primera hora de este sábado un nuevo terremoto de magnitud 5 se ha sentido en toda la isla. Mientras, los expertos, ven algunas señales de debilitamiento del volcán.
El volcán de La Palma ya se ha cobrado su primera víctima, un vecino de unos 70 años que participaba en las labores de limpieza de ceniza. Su familia informó que no había regresado. Esta muerte se da en un día en que se han registrado nuevos movimientos sísmicos, pero con poca actividad en la cumbre del volcán.
El volcán de Cumbre Vieja muestra este domingo una columna de humo blanco formada por gases y vapor de agua. También hay otra columna negra, de menor tamaño y menos intensa que días anteriores, formada por piroclastos y ceniza.
También ha bajado el tremor volcánico, es decir, la vibración que se produce por la salida de fluidos o de magma por la boca del volcán. El rugir es mucho menor y más tenue, señales "claras", según los científicos, de que el proceso eruptivo empieza a debilitarse. Lo que sí aumenta es la sismicidad. A primera hora de la mañana, se ha sentido un terremoto de magnitud 5 y sismicidad 6 a 36 kilómetros de profundidad.
Crece la fajana y se vigilan los gases
El volcán parece más calmado, pero sigue despertando inesperada y bravamente. La fajana que se está formando en el mar tiene ya 3 kilómetros de ancho y 40 hectáreas de superficie. Los científicos siguen estudiando los daños submarinos que puedan afectar a la vida en la costa. "Esa lava que con 700 grados llega al mar con esa cantidad de gases y al final la propia fauna y flora marina se van viendo afectadas", explica Jorge Parra, jefe de operaciones de Pevolca.
La concentración de dióxido de azufre hoy en la playa dañada es muy alta. "Hemos detectado en algunas zonas emisiones de CO2, un gas bastante tóxico porque no huele ni se ve y nos puede generar problemas. Estamos tomando mediciones para verificar y para, con mayor seguridad posible, que los ciudadanos se puedan ir a limpiar sus casas", añade Parra.
Por otro lado, según señalan los científicos, "los parámetros son por ahora muy constantes y pueden ser un acercamiento al final de la erupción". Final de la erupción. Esa sería la noticia que a todos nos gustaría dar.