Esther López
Las novedades sobre el caso Esther López apuntan que algunas de las lesiones que presenta su cuerpo no corresponden a un atropello.
Salen a la luz nuevas actualizaciones sobre el caso de la muerte de Esther López de la Rosa en Traspinedo. La autopsia de la joven de 35 años que falleció en la localidad vallisoletana indican que algunas de las lesiones que presenta no son compatibles con las de un atropello. Y es que, el atropello es una de las principales hipótesis que barajaban las autoridades.
Un informe parcial elaborado por el equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ERAT) revela esta nueva información, recogido por Europa Press. La Guardia Civil indica que facultativos del Instituto de Medicina Legal de Valladolid descubrieron lesiones en el dorso de la mano derecha que eran "redondeadas y superficiales". También hallaron otra pequeña de las mismas características en el borde cubital de la base del quinto dedo.
Investigadores se refieren al coche Volkswagen T-Roc del hombre que acompañaba a Esther López la noche de su desaparición. La Policía situaba al individuo como el principal sospechoso de la muerte de la joven tras semanas desaparecida en Traspinedo. Una de las razones que avalaban las sospechas es que se encontró ADN de ella en el maletero de su vehículo.
La familia pide que el sospechoso "no campe libre" ante "pruebas sólidas"
Este giro en la investigación sobre el caso Esther López choca con la petición de la familia de la joven de 35 años. En un comunicado, instaron a que el principal sospechoso no "campase libre" ya que consideraban que las pesquisas de la Guardia Civil arrojaban "pruebas sólidas" sobre su culpabilidad.
En la nota, explicaban que las autoridades demostraron que Esther fue "abandonada a su suerte después de sufrir un atropello intencionado que la dejó incapaz de valerse por sí misma y a merced de quien le negó la ayuda que le hubiera podido salvar la vida".
"Después de investigar a varias personas; interrogar a muchas más; de analizar varios coches y casas; de confirmar las ubicaciones de todos los investigados en el momento de su desaparición; y de encontrar ADN que se puso mucho esfuerzo en ocultar, no cabe duda de que esos agentes de la Guardia Civil han conseguido descubrir que hay indicios de sobra que apuntan a una única persona como presunto responsable de lo que le sucedió a nuestra Esther", apostillaron.