Sucesos
El acusado deberá indemnizar a los agentes con 530.000 euros e ingresará en un centro de salud mental.
La Audiencia de Barcelona ha impuesto nueve años de cárcel a una persona acusada de intentar matar, utilizando a una katana, a cuatro mossos d’esquadra. El agresor, que iba a ingresar en un centro psiquiátrico, deberá indemnizar a los agentes con algo más de medio millón de euros.
El delito fue cometido en julio de 2020. Profesionales del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), junto con agentes de los Mossos d’Esquadra, acudieron al domicilio del acusado en la localidad de Moià para llevarlo a un centro de salud mental debido a su esquizofrenia.
El acusado provocó graves lesiones en los agentes con una katana
En primera instancia, el hombre, que figura en la sentencia como A. E., se mostró colaborativo. Sin embargo, tras solicitar entrar en su dormitorio para cambiarse de ropa, sacó una katana de debajo de su cama y comenzó a blandirla contra los cuatro agentes. Uno de ellos perdió varios dedos y los otros tres mossos acabaron con graves heridas en los brazos.
La sentencia de la Audiencia de Barcelona ha condenado a A. E. a dos años y tres meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa, ya que la agresión con la katana dejó lesiones graves en los cuatro agentes que "ofrecen la certeza necesaria para afirmar que el acusado" sabía que, durante el ataque, "podía causar, con una alta probabilidad, la muerte de los agentes".
No obstante, su estado de salud mental, muy deteriorado debido a la esquizofrenia, ha provocado que se le aplique una eximente incompleta por alteración mental. Tal y como la propia sentencia indica, el agresor, en el momento en que ocurrió todo, tenía "gravemente afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas", además de que era muy complicado determinar cuánto tiempo llevaba sin tomar la medicación.
En la sentencia se recoge que el acusado aseguraba que existía un complot contra él por parte de los agentes y que un "allien" le había poseído para darle órdenes.
De hecho, la decisión de la Audiencia también incluye el internamiento de A. E. en un centro de salud mental durante, como máximo, nueve años. En caso de acabar el tratamiento antes de esos nueve años, se decidiría si el acusado debe continuar la condena en la cárcel o suspenderla.
En cuanto a los agentes, se le prohíbe comunicarse con ellos y deberá estar alejado a, como mínimo, 500 metros de distancia durante 10 años, sin libertad vigilada. De la misma manera, deberá indemnizarles con un total de 530.000 euros.