La Buena Noticia
La residencia de Peleas de Abajo, en Zamora, ha cumplido el deseo de nueve ancianos y los ha llevado hasta Gijón para que puedan ver el mar.
Tener 100 años no es ningún impedimento para cumplir un sueño. Ver el mar era el deseo de nueve ancianos de la residencia de Peleas de Abajo (Zamora). Y por fin lo han conseguido. Tras cuatro horas de viaje en autobús, han llegado a la playa de Gijón, que no los ha recibido con el mejor tiempo -19 grados y una ligera llovizna-, pero ha valido la pena.
Frente a la playa de San Lorenzo, los nueve ancianos han contemplado emocionados cómo las olas del mar llegaban hasta la arena. Amanda, que acaba de cumplir los 100 años, y José han explicado entre lágrimas cómo les habría gustado vivir este momento con algunos de sus familiares que, por desgracia, ya no están. A pesar de esto, han disfrutado como niños al pisar la arena.
Muchos afirman que solo habían visto el mar "por la televisión". Por eso, verlo en directo es tan emocionante para ellos. Otro de los ancianos ha explicado que esta excursión a la playa de San Lorenzo, en Gijón, es la segunda vez en toda su vida que sale de Zamora.
Estos residentes de Peleas de Abajo, en Zamora, son la prueba de que los sueños, aunque tarden, siempre llegan a cumplirse.
A principios de este año, otros ancianos acudían por primera vez al colegio con más de 80 años. Ellos cumplían otro sueño: el de aprender a leer y a escribir.
Emilia es un ejemplo de ello. Con casi 90 años, explicaba lo importante que ha sido siempre para ella poder escribir una carta a sus hijos y nietos.
Estos hombres y mujeres nacidos en los años 30 no tuvieron la oportunidad de tener una infancia como la de los niños de hoy en día. Las complicadas situaciones familiares a las que se enfrentaban hicieron que tuvieran que ponerse a trabajar lo antes posible para ayudar a sus padres a sacar adelante a la familia.