Protesta Institutos
700 estudiantes han vuelto a protagonizar una manifestación exigiendo la construcción de un nuevo edificio que permita reemplazar las ocho aulas prefabricadas en uso desde hace más de una década.
El IES Lola Flores, conocido tristemente por ser el centro con más aulas prefabricadas de Andalucía, fue escenario de una nueva protesta este mediodía. Padres, madres y alumnos denuncian las "condiciones infrahumanas" en las que se desarrollan las clases. Con ocho aulas prefabricadas, el instituto se ha convertido un símbolo de la precariedad educativa.
A media mañana, los 700 estudiantes decidieron abandonar las aulas, llevando sus libros y sillas a la calle en señal de hartazgo. Incluso, los alumnos de Formación Profesional en cocina y restauración dieron un paso más, se unieron al movimiento preparando el menú del día en plena vía pública, con sus delantales y cacerolas en mano.
Las quejas son numerosas y recurrentes. Los alumnos aseguran que deben soportar temperaturas extremas en las aulas, con frío intenso en invierno y calor sofocante desde la primavera, debido a la falta de climatización. Las filtraciones en los días de lluvia, sumadas a la mala insonorización, agravan la situación: el ruido de las precipitaciones y el tráfico de una concurrida avenida cercana perturba constantemente las clases.
El Ampa del instituto, representado por Inés Fernández, ha intensificado su llamamiento a la Junta de Andalucía para que se ponga en marcha de inmediato la construcción del nuevo edificio, un proyecto que fue aprobado en 2021 pero que, hasta la fecha, no ha avanzado. La obra, adjudicada al arquitecto Julio Rodríguez Moguer por 143.876,90 euros, lleva casi tres años de parálisis, lo que ha generado una creciente frustración en las 700 familias afectadas. "Llevamos 14 años soportando que nuestros hijos estudien en estos barracones indignos", manifestó Fernández a Antena3 Noticias.
No es la primera protesta del curso escolar. El pasado 2 de octubre, los estudiantes ya habían tomado las calles en una manifestación que tuvo una gran repercusión. Durante casi dos horas, de 12:15 a 13:45, alumnado y docentes impartieron clases al aire libre, ocupando el bulevar frente al instituto. Para algunos, esa experiencia fue incluso mejor que la habitual, ya que, según varios estudiantes, "el calor dentro de los barracones es a veces insoportable".
Con esta peculiar protesta, la comunidad educativa del IES Lola Flores no solo exige soluciones inmediatas, sino que reafirma su voluntad de seguir luchando hasta que se escuchen sus demandas y se ponga fin a 14 años de precariedad.
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