Educación
El 53% de los estudiantes de Medicina tiene dos padres con títulos superiores, mientras que en Trabajo Social solo un 15% de los mismos tiene a los progenitores con formación superior, según un informe.
El nivel socioeconómico del entorno familiar influye a la hora de estudiar una carrera universitaria. Así lo confirma el estudio publicado recientemente por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que da el siguiente dato: el 30,5% de los universitarios tiene a los dos padres con una titulación superior y el 23,4% a uno de ellos.
Frente a estos, un 32,3% tiene a los dos progenitores con estudios medios y un 4,5% tiene a uno de los dos con esta titulación. Estas cifras deben valorarse teniendo en cuenta que el nivel formativo de los padres tiene que ver con su sueldo: en 2018 el INE afirmaba que el salario medio de un empleado con estudios universitarios duplica al que tiene una formación básica.
"Si tu madre o tu padre han asistido a la Universidad, los jóvenes entenderán como lo habitual u ordinario que ellos vayan también a la Universidad", subraya Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Añade que hay todo tipo de "barreras de entrada" para acceder a la vida universitaria, no solo de tipo económico. Pone como ejemplo que si tienes muy pocos amigos o familiares que hayan ido a la Universidad tendrás una menor idea de los tipos de estudios ofertados, de la dificultad de cada carrera y de sus salidas laborales frente a los que sí están rodeados de personas que tengan un título superior.
Hay distintos factores que explican qué supone que tu familia tenga más o menos ingresos sobre la formación que elija en un futuro el adolescente. En las carreras que tienen una nota de acceso muy alta hay mayoría de hijos de familias universitarias. El informe del Ministerio titulado 'Perfil socioeconómico del estudiantado universitario en España' confirma que, en Medicina, un 53% del los estudiantes tienen a sus dos padres con un grado superior. Frente a ellos, se encuentran los del grado de Trabajo Social, donde un 15,5% de los universitarios tienen a los dos progenitores con un título universitario.
Pero, tal y como explica el profesor de la URJC, las personas con un nivel socioeconómico medio o alto "tienen más probabilidades de llegar y superar el bachillerato o FP Superior que las personas de entornos desfavorecidos". Esto se debe principalmente a los costes directos que implica la vida universitaria: el transporte, la residencia -si no es la habitual-, la manutención o el pago de los libros, entre otros. También hay costes indirectos, es decir, es más complicado conseguir un trabajo mientras estudias y por lo tanto, no tienes ganancias o estas son muy bajas. "Eso supone una barrera de entrada", confirma Sanz.
Fernando Gil, catedrático en Sociología de la Universidad de Salamanca, asegura que nuestro país atraviesa un momento "extraordinario" en el sentido de que hay más gente con título universitario que sin él. Sin embargo, apunta a que "eso no significa que no haya desigualdades" y por lo tanto recalca en la importancia de poner en marcha medidas con las que se mejore la democratización en las escuelas. "Estas deben basarse en procurar un equilibrio entre la convivencia de grupos con sensibilidades y herencias culturales diferentes, nunca en la separación", subraya.
Democratizar la educación supone la creación de estrategias colectivas que permitirán que una mayor involucración de los participantes. Es hacer la educación accesible a una población más diversa. Gil está convencido de que para conseguir esto en España, es necesario hablar de las políticas de becas. Cree que falta información sobre las subvenciones que un ciudadano puede conseguir para formarse y que estas "deben buscar un equilibrio entre el mérito y los obstáculos que hay para aquellos que viven en entornos desfavorecidos".
Por otro lado, subraya que se deben hacer esfuerzos para crear un ambiente educativo "menos estresante, menos obsesionado con la competitividad y más tolerante". En esta línea, Ismael Sanz explica que en Estados Unidos se ha comprobado que si se ayuda al estudiante a cumplimentar la documentación habrá más personas que pidan becas universitarias. "Para lograr una mayor democratización de la enseñanza superior, es crucial facilitar el acceso a la información y asistencia en la gestión de becas, especialmente para los sectores más desfavorecidos", comparte el profesor.
En general, el mismo considera que una mayor difusión de los beneficios que tiene la educación superior tendrá "efectos positivos significativos sobre en las decisiones educativas de los jóvenes".
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