VIDAS PARALELAS, AYUDA MUTUA
Niños sin hogar y perros abandonados. Un proyecto ha unido estos dos factores para crear una ayuda mutua. Cada menor apadrina un perro y ambos se cuidan y se dan cariño. Este tipo de terapia está dando muy buenos resultados para ambas partes.
Los perros son como los psicólogos de los niños, que se sienten más arropados y se convierten en su familia. El psicoterapeuta Antonio Teguilón afirma que desde que se inició el proyecto, se ha producido en los niños un aumento de autoestima y un descenso del nivel de tensión.
Para los perros también tiene sus ventajas. Jorge Martínez, trabajador de la protectora de animales Hoope, afirma que los perros están mucho más relajados. Además, los niños promueven la adopción de estos perros con fotografías y cartas.
Esta iniciativa une vidas paralelas que están faltas de cariño y de un hogar, para que se ayuden mutuamente.