Niños gallegos aprenden cómo ser ganaderos: "Ayuda a crear una red de jóvenes con los mismos gustos"

La Finca Mouriscade, en Lalín, congrega esta semana a 35 jóvenes de entre 8 y 17 años que quieren saberlo todo sobre la ganadería. La mayoría ya vienen aprendidos de casa, pero aquí reciben una formación completa: teoría y práctica. Es el curso de Xóvenes Preparadores de la Diputación de Pontevedra, que busca crear una red de jóvenes ganaderos con el mismo gusto y entusiasmo por el campo.

"Están aprendiendo conocimientos básicos: cómo se cogen, cómo se lavan, cómo es la rutina de darles de comer, ordeñarlas..." y otras muchas actividades que implica ser ganadero. Así enumera Avelino Mirón, uno de los monitores del curso de Xóvenes Preparadores de la Diputación de Pontevedra, todo lo que están haciendo. Son 35 jóvenes que hasta el viernes van a estar en la Finca Mouriscade rodeados de lo que más les gusta: vacas y naturaleza.

"La mayoría tienen animales en casa", apunta Avelino, por lo que se podría decir que ya vienen enseñados. Aún así, estos menores de entre 8 y 17 años afrontan cada día "trabajando un montón y están muy contentos", y los monitores con ellos. Además, tienen poco tiempo para el descanso: "Estamos desde las 07:00 horas de la mañana hasta las 21:00 horas de la noche". Y es que los tiempos en una granja están muy marcados, "por ejemplo, el ordeño es por las mañanas", como señala el monitor.

Esta organización horaria también se debe a la formación que reciben: "Por las mañanas hacemos teoría, por la tarde más práctica". De esta forma, tratan todos los aspectos que debe conocer un ganadero, ya que "la explicación es completa". Este curso lleva dos años impartiéndose y es un aprendizaje muy importante porque "ayuda a crear una red de jóvenes ganaderos con los mismos gustos, donde conocen a otros compañeros de Galicia".

Ya van por el tercer día de clases y todavía les quedan dos más para seguir disfrutando. Los niños, que son el relevo generacional del sector primario y que lo viven en el día a día, se han desplazado desde distintos puntos de la comunidad: Pol, Sarria, Palas de Rei, Santa Comba, Mazaricos, Rodeiro..., para seguir aprendiendo sobre lo que más les gusta.

El futuro del mundo rural gallego y la ganadería será de ellos. El presente, en muchos casos, ya les pertenece.