EN LA PLAYA DE CAN PERE ANTONI
El pasado sábado una socorrista fuera de su jornada laboral se encontraba en la playa de Can Pere Antoni, en Mallorca,con unos amigos jugando al volleyball, cuando noto cierto revuelo a la orilla. Al percatarse de lo que sucedía, se dio cuenta de que había un niño estaba siendo arrastrado al mar adentro.
La joven corrió a socorrerle y pidió a los asistentes que llamaran al 112. Mientras tanto, la joven nadaba contra reloj con fuertes olas. Según informa Diario de Mallorca, la joven llegó a la altura del niño y él comenzó a hundirse, así que rapidamente le sacó la cabeza fuera del agua. Intentaron llegar a una hoya pero el fuerte oleaje se lo impedía, y fue cuando el niño le dijo que "pensaba que no me ibas a rescatar porque soy negro". Durante unos minutos consiguieron engancharse a una boya, pero una ola les hundió.
Un barco de prácticos del puerto avistó a los jóvenes y se acercó para tirarles un flotador para que se acercaran a la orilla. Exhaustos, la socorrista y el niño llegaron a la orilla exhaustos. "Le di un fuerte abrazo y le llené de besos", reconoce la joven.