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El niño Jesús de Barberà del Vallès abandona cada noche el pesebre para dormir en comisaría

Cada noche una patrulla de agentes de la policía local de Barberà del Vallès, en Barcelona, traslada a esta figura del pesebre municipal a la comisaría para que nadie la robe.

Acompañamos a una pareja de agentes de Barberà del Vallès, en Barcelona, en la misión más especial y delicada de estas fechas: "la operación niño Jesús". Cada noche se dirigen al pesebre, instalado en unos jardines de esta ciudad, en busca de esta figura. Su objetivo: protegerlo para que nadie tenga la tentación de robarlo.

El dispositivo policial se inicia cada noche. La idea surgió, según nos explica Xavier Garcès, alcalde de la localidad, tras su robo hace unos años. Unos vándalos se lo llevaron y aunque apareció días después, desde el consistorio se decidió que "trasladarlo, custodiarlo y llevarlo a un espacio seguro" era la mejor solución.

Por eso al anochecer, el niño Jesús abandona los brazos de su madre María para pasar a los brazos del policía que suele encargarse de su traslado. Los agentes lo recogen del pesebre y lo suben al coche policial. Pocas veces pasa, pero si durante el traslado a dependencias policiales surge alguna emergencia el niño Jesús viaja con ellos. Eso sí, protegido y acomodado en la parte trasera del vehículo para que no se dañe.

Allí en las oficinas y junto a los agentes del turno de noche descansa hasta por la mañana y tal y como les gusta pensar a algunos vecinos "salvaguardando y protegiendo la ciudad del mal y del pecado". Para Joan Muñoz, regidor de cultura, esta medida de seguridad es la mejor forma de evitar que la figura más querida del Belén quede "expuesta a la intemperie y al vandalismo".

Los agentes nos advierten que si pasean por la noche por Barberà del Vallés y no ven al niño Jesús en el pesebre, no se asusten ni llamen a la policía porque el niño Jesús cambia el portal de Belén por otro portal diferente el "portal policial".

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