EL MENOR ESTABA SIN SENTIDO

Un niño entra en un bar tras un accidente, toma unas aceitunas y casi muere atragantado con el hueso

Los hechos se produjeron en la localidad alicantina de El Campello, donde una madre y sus dos hijos acudieron a una cafetería para recuperarse del accidente de tráfico acababan de sufrir. Un agente de la Policía Local evitó que el menor se ahogara al atragantarse con el hueso de una oliva.

Un agente de la Policía Local de El Campello (Alicante) ha evitado que un niño de cuatro años se ahogara al atragantarse con el hueso de una oliva, después de aplicar sobre el menor prácticas de primeros auxilios y conseguir que volviera a respirar, ya que estaba sin sentido, "amoratado" y con síntomas de perder la respiración "de forma brusca y repentina".

Los hechos se produjeron en una cafetería de la localidad en la que una madre y sus dos hijos acudieron para "recuperarse" del "sobresalto" recibido por un accidente de tráfico "leve" que acababan de sufrir en la zona, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento.

El siniestro solo provocó daños materiales en el vehículo, por lo que la mujer, conductora del coche, junto a sus dos hijos, de dos y cuatro años, acudió al establecimiento "para calmar el estado de nervios de la familia", ha explicado el consistorio.

Así, a la mujer se le proporcionó un vaso de agua, mientras que a los menores se les ofrecieron patatas fritas y olivas con hueso, uno de los cuales hizo que el pequeño se atragantara al quedársele en la tráquea, lo que le impedía respirar y que no respondiera porque quedó inconsciente.

A la vista de la situación, los agentes que se encontraban en el lugar atendiendo el accidente de tráfico intervinieron "directamente" con el pequeño. Uno de ellos cogió al menor en brazos y le practicó maniobras para tratar de reanimarlo, si bien no "obtenía éxito".

La víctima comenzó a ponerse "amoratada" y no respiraba, por lo que el efectivo policial lo volteó, lo puso boca abajo y procedió a darle golpes "secos" en la espalda, que provocaron que el pequeño se tragara el hueso que le obstruía las vías respiratorias. Finalmente, el niño reaccionó y no precisó asistencia sanitaria.

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