Colmenar Viejo
La menor denunció ante el director del instituto que su padre la había amenazado con matarla y que iba a denunciarle por malos tratos.
El director del instituto en el que estudiaban varios de los niños de Colmenar Viejo que estaban siendo maltratados por sus padres ha explicado que hace meses recibió una carta de una de ellas en las que hablaba de suicido. Tras esto, se reunió con la joven para que le explicara qué sucedía. El director ha aseverado que le contó una historia "incoherente" sobre un supuesto maltrato por parte de unos familiares de Salamanca, sin mencionar a sus padres, por lo que no le dio importancia.
El director también ha señalado que la menor aseguró que su padre le dijo que la "la iba a matar" cuando recibió las notas del segundo trimestre y que iba a denunciarle por malos tratos.
La joven ya declaró hace unas semanas que deseba volver a vivir con su madre que esta "jamás" la ha golpeado ni a ella ni a sus hermanos. Sin embargo, sí ha dicho que su padre sí lo hacía y que incluso en una ocasión vio que su madre tenía un moratón en el ojo.Además, contó que su padre le cerró las redes sociales en septiembre después de que le pillara entrando en espacios no propios para su edad.
Según fuentes consultadas por EFE, un primo del padre investigado ha relatado que esta menor le dijo "que su padre la maltrataba", pero sin detallar que le pegara a ella o a sus hermanos ni les agrediera sexualmente, ya que lo que contaba era que "les encerraba para que estudiaran", a veces una hora o media hora, y que les ordenaba "ir de la casa al instituto y del instituto a casa". Este viernes, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid ha tomado declaración a cuatro testigos.
Los padres tienen retirada la patria potestad de sus ocho hijos de entre 4 y 14 años, que están a cargo de los servicios sociales, y el hombre investigado, médico en el hospital Gregorio Marañón, sigue ejerciendo hasta que el juez determine lo contrario.
El drama de los niños maltratados
La investigación se originó días antes a raíz de una denuncia donde se ponía en conocimiento unos presuntos malos tratos contra una menor de edad ocasionados por su progenitor. A raíz de estos hechos se realizó un estudio pormenorizado del entorno familiar de la presunta víctima.
La investigación judicial confirmó "una grave situación de desamparo" y de violencia doméstica, presuntamente ejercida por el padre, al que también se investiga por un posible delito de hurto, pues al registrar la vivienda se hallaron uniformes y material hospitalario cuya procedencia no se pudo acreditar.
Los menores solían faltar constantemente a clase, siendo justificadas las ausencias escolares por el padre. Los hijos malvivían en una habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
De los dos baños existentes, solo uno de ellos era utilizado, encontrándose sucio y lleno de enseres. La cocina presentaba un aspecto "deplorable", sin limpiar y en una situación higiénico sanitaria pésima.