Papá Noel
Papá Noel ya se ha puesto en marcha desde el Polo Norte para repartir por todo el mundo la máxima cantidad de regalos en las casas del planeta.
Cambiar los renos por un ultraligero no ha sido buena idea. El regalo esta vez se lo hacen los bomberos a Santa Claus al que sacan de un aprieto, ya que se quedó enganchado en los cables de unos postes de luz.
Aún así, repartía caramelos a los más pequeños. Da igual el medio de locomoción que use, siempre llega a su cita y nada le distrae de su labor.
Este año el covid obliga a proteger a un anciano cómo él. Por eso se ha creado uns cristales de protección para que pueda seguir viendo a los niños pero sin contagiarse.
Porque ya sea en persona o de manera virtual, Santa Claus no va a faltar a su cita. Y si él no puede hacerlo, sus ayudantes, que son muchos, se encargan de repartir los regalos por todo el mundo.
Lo que menos cuenta es que su aspecto se aleje de la estricta tradición, ya que la magia no la hace el personaje, sino la ilusión que tienen millones de niños cuando piensan en él.