SE PUEDEN DEJAR ALIMENTOS PERECEDEROS
Durante la semana del 21 al 29 de noviembre se celebra la Semana Europea de Prevención de Residuos y cabe destacar una nueva alternativa promovida por un grupo de voluntarios de la población vizcaína de Galdácano para impedir el derroche de alimentos, las 'Neveras Solidarias'.
Según un informe de la FAO, elaborado en 2014, todos los años se pierde o malgasta en el planeta un tercio de los alimentos producidos, lo cual quiere decir que, en puntos intermedios entre la plantación de semillas en los campos y la alimentación efectiva de los 7.000 millones de personas del planeta, se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos cuyo valor supera 1 billón de dólares.
Estas cifras resultan insostenibles en un mundo donde, según la FAO, 870 millones de personas carecen de alimentos suficientes. De hecho, según el estudio encargado por la FAO en el que se presentan estas cifras, bastaría con que dejara de perderse o desperdiciarse un cuarto de esta cantidad para poner fin al hambre mundial.
Cada año se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos
El responsable de "La Nevera Solidaria", Alvaro Sáiz, habló para explicar cómo funciona esta idea innovadora y cuya organización forma parte de la "Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdácano GBGE".
Álvaro Saiz explicó que "cualquier persona puede dejar alimentos en estas neveras que están situadas a pie de calle en ciudades como Galdácano o Vitoria". Además, hay instalada una nevera en Murcia y otra en la localidad toledana de Quero.
"La que mejores datos ofrece es la de Galdácano, que con frecuencia se llega a llenar con alimentos dos o tres veces al día y con un promedio de 200 o 300 kilos de comida mensuales", señaló el representante de la GBGE.
"Pero tenemos -continuó Sáiz- peticiones de 'Neveras Solidarias' en Madrid, otra en Toledo capital, Girona, Bilbao, Galicia, en las instalaciones de la Universidad del País Vasco (UPV), en Leioa, y otra que también está en espera de instalarse en Galileo Galilei, Colegio Mayor que trabaja con la Universidad de Valencia".
Para la adquisición de estas neveras, la organización solidaria dispone de un apartado en su web donde aceptan las neveras provenientes de donaciones y para financiar sus actividades realiza actos paralelos como son mercados medievales o cenas solidarias.
También cuenta con voluntarios colaboradores y personas socio-protectoras que son quienes aportan una cuota periódica para poder financiarse, "constituyendo, así, los cimientos económicos de nuestros proyectos", dijo Sáiz.
Cualquier persona puede dejar alimentos en estas neveras, pero los voluntarios de la organización siempre supervisan las condiciones de esos productos asegurándose que cumplen las normas higiénico sanitarias dictadas por Hazia, la consultoría en riesgos alimenticios que supervisa los procedimientos.
"Cualquier persona puede dejar alimentos en estas neveras a pie de calle"
Las neveras tienen días mejores que otros y, mientras "hay días que se llenan, otros no, pero normalmente todos los días se dejan cosas en ellas y también depende de las circunstancias, comidas con muchos comensales, fines de semana, etc", aseguró Sáiz.
Pero esta organización tiene otro objetivo principal que es el de poner en marcha la distribución solidaria de alimentos a familias en situación de necesidad. A día de hoy, se explica en la página web de la ONG, en Galdácano "atendemos a más de 110 familias y un total de 350 personas, de las cuales aproximadamente el 40 % son menores de edad y cerca de 30 de esas niñas y niños no han llegado a cumplir un año".
Por ello, "las asociaciones realizan un papel fundamental, ya que son éstas las que suelen tener un lugar donde acumular los alimentos donados y tener personas a su alrededor para distribuirlos".
Y como ideólogo, Alvaro Saiz se remite al escritor e historiador inglés Tristam Stuart (1977, Londres, Reino Unido), líder del movimiento mundial 'freeganismo' contra el despilfarro y autor del libro 'Despilfarro: el escándalo global de la comida, que ha sido traducido a varios idiomas'.
De Stuart es la frase: "Aún nos queda un largo camino, pero puedo decir con franqueza que la crisis nos ha hecho despertar ante la inmensidad de este problema".