Las bacterias amenazan la salud de los astronautas
Limpiar se ha convertido en tarea cotidiana en la Estación Espacial Internacional. Y no es de extrañar. Imaginen cuatro, cinco o seis compañeros de piso, compartiendo vida diaria sin poder abrir las ventanas para airear las habitaciones. Eso es lo que pasa, más o menos, en la casa de los astronautas. El aire se recicla constantemente y claro, al no haber gravedad, las partículas de polvo y suciedad flotan libremente por los pasillos de la estación.
El estudio, llevado a cabo por la NASA, revela que hay bacterias oportunistas. Esas que aprovechan cualquier ocasión para provocar inflamación e irritaciones en la piel. En el espacio, nuestro sistema inmunitario se debilita, lo que lo hace más vulnerable a infecciones y hongos.
Las causas de tanto visitante extraño. La presencia constante de humanos. La solución, han dicho, los que han realizado el estudio pasa por una limpieza a fondo. El pasado mes de agosto, ya vimos a dos astronautas limpiando las ventanas de la ISS de suciedad no sería extraño verlos en los próximos días.