Superación
Se llama Nano, tiene 22 años y la suya es una historia de superación. Vive con su madre -víctima de malos tratos-, y sus hermanos de 21 y 13 años. Nano trabaja de sol a sol para sacar a su familia adelante.
Dejó el instituto porque en su casa hacía falta dinero. Nunca fue un "nini". Se levantaba a las cinco de la mañana para buscar trabajo en las obras. Ahorraba y se sacó varios cursos y el carnet de conducir. Dice a los chavales de su edad, a los que tienen posibilidades, que no pierdan la oportunidad que les brinda la vida. Les dice que aprovechen el tiempo, que no gasten el dinero en drogas o fiestas, que eso no es ser "calle". Con "calle" se refiere a chicos que se creen hombres por no ir a clase, fumar porros, otras drogas y dar "palos" o cometer pequeños robos.
Trabaja como repartidor y en una cadena de hostelería. Descansa poco. Adora a su madre y a su hermana pequeña de 13 años. Tiene también otro hermano un poco menor que él, que le ayuda en el reparto a veces.
Nano ha contado su historia en redes y se ha hecho viral. Hay muchas personas que le ven como un ejemplo de 10 y otras como un ejemplo de precariedad por tener que trabajar tantas horas. Piden para él ayuda y una beca.
Él pide para su familia, en particular para su madre, una casa porque es su sueño. Es feliz cuando su hermana necesita unas zapatillas y él puede dárselas o hace falta aceite y él puede comprar una garrafa grande. Se emociona cuando les dice a los de su generación que no escojan el camino más fácil, que a él nadie le ha podido dar nada y ha sido capaz de darlo todo con su esfuerzo. Ser "calle" es ser buena persona.