Madrid
El objetivo de la nueva normativa es tener una ciudad "más limpia pasando por reducir la generación de residuos".
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde al borrador de la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos, Gestión de Residuos y Economía Circular. La nueva normativa dejará multas de 2.000 euros por abandono de cartón o cualquier residuo en la calle,botellón y multas de hasta 3.000 euros por hacer grafitis. La Junta de Gobierno aprueba la normativa "para tener una ciudad más limpia pasando por reducir la generación de residuos".
Borja Carabante, concejal delegado del área de Medio Ambiente de Madrid, lo anunció el pasado jueves. Se quiere acabar con las cajas de cartón amontonadas junto a contenedores y residuos del botellón en las calles de la capital española. Dejar cajas de cartón en la calle es algo muy común entre los vecinos madrileños, que en muchas ocasiones no tienen más remedio que dejarlas allí al no poder introducirlas en contenedores abarrotados.
Madrid contará con 230 inspectores de residuos. Asimismo, se impondrán multas con 750 euros por actuaciones relacionadas con la publicidad que "ensucien la ciudad". El Ayuntamiento de Madrid explica en su página web que como novedad, se prohíbe la colocación o el abandono de folletos, octavillas o cualquier otro material publicitario en marquesinas de autobús, portales o cualquier otro lugar no habilitado para ello.
Multas de hasta 2.000 euros
Aquellos vecinos que sean multados, podrán recurrir la sanción ante el Ayuntamiento. Además, disponen de dos opciones para reducir la cantidad a pagar: podrán reducir la multa en un 40% pagando los primeros 15 días de recibirla o solicitar una sustitución de la sanción económica por un servicio a la comunidad, como la limpieza de la vía pública. En caso de ser reincidente, no podrá evadir el castigo económico.
"Se podrá arrojar vidrio en el recipiente verde durante 14 horas del día, entre las 8:00 de la mañana y las 22:00 horas, quedando prohibido en las horas nocturnas restantes", explica el Ayuntamiento. Una medida dirigida "especialmente" para los hosteleros con el objetivo de evitar la contaminación acústica que, "especialmente en calles estrechas y en horario de noche, se produce cuando se lanzan los residuos de vidrio".