EN MIOÑO (CANTABRIA)

Multan con 90 euros a la dueña de un perro al que dejó en condiciones de "total abandono" hasta su muerte

Según la asociación protectora de animales que denunció los hechos, el perro permaneció durante "meses" atado en el jardín de la vivienda, para ser después "encerrado" en el garaje. Allí permaneció sujeto con una cadena de "un metro" y "yaciendo sobre sus propios excrementos" hasta que murió por causas que "su dueña no pudo explicar".

Una juez de Castro Urdiales ha condenado a pagar una multa de 90 euros a la dueña de un perro por una falta de abandono animal, ya que está acusada de tener al mastín "solo, encadenado y en condiciones deplorables" en una casa unifamiliar de Lusa-Mioño, Cantabria. Según informa la asociación protectora de animales ASAAM Bizkaia, el can permaneció durante "meses" atado en el jardín de la vivienda, para ser después "encerrado" en el garaje de la misma, sujeto con una cadena de "un metro" y "yaciendo sobre sus propios excrementos". A pesar de "constantes" denuncias, permaneció en el lugar hasta que en enero de 2014 murió por causas que "su dueña no pudo explicar".

Casi un año antes, en marzo de 2013, unas vecinas de Castro Urdiales observaron el perro en el jardín de la casa, en condiciones de "total abandono", ya que el animal estaba "solo, atado con una cadena de aproximadamente un metro de longitud, expuesto a las inclemencias meteorológicas, rodeado de sus excrementos y sin agua ni alimento". Los hechos fueron puestos en conocimiento del Ayuntamiento castreño y del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. Sin embargo, el perro continuó en las mismas "deplorables" condiciones de "maltrato y abandono", por lo que las citadas ciudadanas, temiendo por la vida del animal, empezaron a turnarse para acudir a diario a la vivienda, comprobar su estado y llevarle comida.

Tras "constantes" quejas y denuncias, en junio de 2013 los dueños "retiraron" al mastín del jardín y lo "encerraron" en el garaje, donde continuó "en las mismas condiciones: atado a una columna con una cadena de un metro aproximadamente y pisando sus propios excrementos", hasta su muerte meses después. Previamente, una de las voluntarias y la protectora vizcaína habían presentado sendas denuncias por la vía penal, que fueron archivadas. No obstante, el recurso interpuesto por la asociación permitió reabrir el procedimiento, aunque únicamente como juicio de faltas, al considerarse que no había "pruebas suficientes" sobre la causa de la muerte del perro para poder enjuiciarla.

Tras el juicio oral, celebrado el pasado 8 de octubre en los juzgados de Castro Urdiales, la juez ha condenado a la dueña del perro por una falta de abandono, prevista en el Código Penal y de acuerdo con la versión vigente en el momento de los hechos. La sentencia, que aún no es firme, recoge que la ausencia de cuidado del perro al mantenerlo "atado todo el tiempo" y en condiciones higiénico-sanitarias "deplorables" constituye un abandono del animal en condiciones que pueden peligrar su vida e integridad y, por ello, sancionable en vía penal. Como consecuencia, establece una pena de multa de 15 días a razón de 6 euros diarios, y la obligación abonar las costas del proceso.

ASAAM Bizkaia, así como las personas que durante "meses" estuvieron pendientes del estado del can y denunciaron su situación, han recibido "con sabor agridulce" la sentencia, ya que si bien es favorable, impone una pena "irrisoria" que "en modo alguno hace justicia" al perro, que sufrió "maltrato físico y psicológico" por "ausencia total de los más mínimos cuidados". Y es que, como insiste la asociación, el can estuvo "rodeado de basura y excrementos, en nulas condiciones higiénico-sanitarias, con evidente riesgo no sólo para su integridad física, sino también psíquica, por el padecimiento derivado del estado de aislamiento e incomunicación".

No obstante, la protectora destaca la importancia de este tipo de pronunciamientos judiciales, que reconocen la relevancia penal de una situación "muy habitual para muchos perros", que "permanecen atados prácticamente todas sus vidas" y cuyo maltrato resulta "generalmente invisible" para las administraciones públicas.

Tras la última reforma del Código Penal, que entró en vigor el 1 de julio de este año, abandonar a un animal en condiciones de peligro para su vida o integridad es ya considerado delito, y puede ser castigado con pena de multa de uno a seis meses de cárcel, así como la inhabilitación para tener animales y para ejercer cualquier oficio relacionado con ellos. Por último, ASAAM Bizkaia anima a todas aquellas personas que tengan conocimiento de hechos de este tipo a denunciarlos ante las administraciones públicas y fuerzas de seguridad.

Más sobre este tema: