Coronavirus e infracciones
El comportamiento era reincidente. Ya habían sido multados el pasado mes de enero, lo que desconocía la Guardia Civil, cuando el sábado se acercó de nuevo a un conocido local de Guitiriz (Lugo), es que esta vez iban a interponer casi 30 infracciones en el interior del establecimiento. En total, sanciones que alcanzan los 60.000 euros para el responsable del local y los clientes que estaban dentro incumpliendo una larga lista de normas.
La inspección de este bar se produjo porque en esta localidad lucense se mantiene el cierre perimetral, están prohibidas las reuniones de más de cuatro personas no convivientes y no se permite la apertura del interior de los locales hosteleros. Con estas normas en la mano, comenzaron a repartir sanciones.
Una larga lista de infracciones
Tanto los responsables del local, como los clientes, se saltaban casi todas las normas impuestas por el estado de alarma en vigor y también por las restricciones autonómicas.
Tras todo ello, identificar a los clientes, proponer para sanción a todos ellos y al gerente del local, llegó el chascarrillo de la jornada. Eran ya las seis de la tarde, hora tope para cerrar los locales hosteleros en Galicia, y varios jóvenes que ya habían sido denunciado, preguntaron a la Guardia Civil si podían “tomar otra, la última”. Los agentes, asombrados, no sancionaron de nuevo a estos clientes que, inevitablemente, tuvieron que abandonar el bar sin tomar la última copa porque esa, como versa el dicho popular, siempre es la penúltima.