Personas de movilidad reducida
Cristina Muñoz, una mujer que se quedó en silla de ruedas hace tres años, pretendía disfrutar con total normalidad de un concierto en Sevilla, pero no pudo hacerlo por los problemas de accesibilidad que existían en el recinto.
Hay ocasiones en las que muchas personas con movilidad reducida no son conscientes de las dificultades con las que se encuentran en su día a día, a pesar de los esfuerzos de la sociedad por intentar que puedan disponer de las mismas oportunidades que el resto. Sin embargo, Cristina Muñoz, una mujer con movilidad reducida, se encontró desgraciadamente con una de estas complicaciones que a veces aparecen para la vida de estos individuos cuando tuvo que lidiar con varios problemas de accesibilidad durante un concierto en el Palacio de los Deportes de Sevilla.
Cristina nació en Madrid aunque se siente andaluza de adopción. En la biografía de su primer libro 'El Caldero de la Vida Misma' se presenta como una mujer emprendedora, luchadora y capaz de solventar los inconvenientes a los que se ha enfrentado a lo largo de su vida. Hace casi tres años que sufrió una infección bacteriana que la dejó en una silla de ruedas, y desde ahí su vida cambió. Cristina salió adelante y ahora se define como una persona "disfrutona por naturaleza", pero desafortunadamente ha tenido que denunciar en más de una ocasión varios problemas a los que se enfrenta por ser una persona con movilidad reducida.
La odisea que vivió durante el concierto
Hace dos semanas, Cristina acudía por primera vez a un concierto desde que se encuentra en una silla de ruedas, y reconoce que iba "recelosa porque ya sabes qué cosas te puedes encontrar". A pesar de los miedos con los que aseguraba ir ella por las circunstancias con las que vive, se lanzó y decidió ir con su familia para disfrutar de este concierto de música de los 90 en el Palacio de los Deportes de Sevilla. Nada más llegar, ya se encontró con el primer problema: cuatro escalonesenormes que obligaron a su marido a cogerla hacia el acceso para personas con movilidad reducida desde la zona de pista, ya que no existían ni rampas ni ascensores. Pero Cristina no le dio mucha importancia y decidió ir "a gozar" del concierto, que era su objetivo como el del resto de las personas que asistían.
Tras este pequeño incidente, comenzó a vivir una auténtica odisea cuando necesitó ir al baño para hacer sus necesidades. Cristina fue acompañada a buscar con tiempo un cuarto de baño para personas con silla de ruedas, pero después de dar vueltas por todo el recinto, les dijeron "que no había por la distribución del evento", asegura. Sin embargo, el personal del Palacio de los Deportes le comunicó a Cristina que "fuera encontraría una solución", algo que no pudo ser finalmente porque los baños que existían en aquel momento eran para personas con movilidad, no para aquellos que tienen movilidad reducida.
Cristina siguió buscando sitios en los que poder miccionar, pero resultó ser imposible y su silla de ruedas y toda su ropa quedó mojada. En TikTok, subió un vídeo que acumula más de 100.000 visualizaciones, donde denuncia: "no tenían previsto el acceso al cuarto de baño de minusválidos. Al final hemos tenido que recorrernos medio Palacio de Deportes y mi pañal no ha aguantado más…". En otro de sus vídeos expone entre lágrimas que iba "encharcada y hecha un cuadro".
"Un disgusto tremendo"
Un trabajador del recinto consiguió ayudarla, aunque ya era tarde. Este le abrió un despacho personal adaptado para personas con movilidad reducida por la amplitud del cuarto de baño y allí su hermana le ayudó "a solventar un poco la situación". Aunque solucionó el problema, reconoce haber sufrido una "sensación de denigración y frustración enorme" y "un disgusto tremendo".
"No voy a permitir que las circunstancias externas me arruinen mi día a día", dice. Gracias a la viralización de la denuncia de Cristina, son muchas las personas que se han sentido identificadas con la historia de ella, que lamentablemente viven diariamente muchos individuos con movilidad reducida.