Agresión
La madre ha intentado suicidarse varias veces y ha estado ingresada en centros psiquiátricos.
Su hijo le está haciendo vivir un auténtico calvario desde hace años y ella ya no puede más. Una mujer de 58 años de Sanxenxo ha denunciado varias veces a su único descendiente por agresiones verbales y, la última, física. Hace poco más de un mes la agarró del cuello y la sacó de la casa a patadas. Ahora, esta señora vive con mucho miedo, esperando por el juicio que mantenga a su hijo alejado de ella, para que cada uno pueda hacer su vida por su lado.
María del Mar está harta de todo lo que está viviendo y ha vivido. Tanto, que no se va a callar más y quiere que se conozca por lo que está pasando. Esta mujer de 58 años de Sanxenxo se separó del padre de su hijo y se marchó de casa con él por los malos tratos que sufría. Ahí, el menor tenía siete; ahora, roza la treintena. Y, con el paso de los años, la relación entre ambos ha ido empeorando.
En declaraciones a 'La Voz de Galicia', María del Mar dice "que es mi hijo para que se entienda la situación, pero yo ya no lo considero como tal, para mí está muerto".
"Llevo una navaja en el bolso porque temo que un día me mate"
En 2019 y tras varios avisos a la Guardia Civil, los agentes le advirtieron de que denunciar era lo mejor, y así lo hizo. Cansada de escuchar como le llamaba loca, algo que propició que intentase suicidarse varias veces y hasta ingresase en centros psiquiátricos, dio el primer paso. En ese momento se le requisó un hacha que su descendiente tenía guardada en su coche, algo que propició mayor miedo en la mujer, que asegura en 'La Voz de Galicia' que "llevo una navaja en el bolso porque temo que un día me mate".
Pero hace poco más de un mes, el 29 de mayo de este año, llegó lo peor. María del Mar estaba comiendo en la casa de su madre cuando su hijo se enteró y fue a por ella. La sacó del domicilio agarrándola por el cuello, a patadas, y tiró todas sus pertenencias a la carretera. La mujer pudo contactar con el 112 y la Guardia Civil actuó rápido.
Ahora, con una nueva denuncia interpuesta por esta agresión física, solo queda esperar. Los agentes le comunicaron que, al no existir una relación sentimental, no era un caso de violencia machista. El parte de lesiones confirma los golpes, con varios hematomas en la zona del pescuezo y otras partes del cuerpo. Mientras espera por el juicio, María del Mar vive con mucho miedo y deseando que, por fin, impongan una orden de alejamiento a su hijo para que cada uno viva por su lado.