Robo de mascotas

Una mujer ofrece una recompensa de 1.000 euros para quien encuentre a su perro robado

Rosa Blas, vecina de la localidad de San Antonio de Benagéber (Comunitat Valenciana), ofrece una jugosa recompensa de 1.000 euros para quien encuentre a Pop, su perro, que fue robado mientras ella se encontraba de viaje

En Resumen
  • La dueña dejó a Pop al cuidado de su veterinario durante el puente de la Constitución
  • La mascota tiene epilepsia y el azúcar bajo, por lo que necesita su medicación

Un robo ha separado a Rosa Blas, una vecina de San Antonio de Benagéber (Comunitat Valenciana), de su perro Pop. La imagen de este can de raza 'Pomerania Toy' inunda toda la comarca con carteles en los que se ofrece una jugosa recompensa de 1.000 euros a quien lo encuentre.

Mientras Rosa regresaba de un viaje durante el puente de la Constitución, recibió una llamada del veterinario de su mascota, a quien había dejado a cargo del animal en la que le alertó de que había sido víctima de un robo en su vivienda y que su perro había desaparecido, junto a otro animal y varios objetos.

La propietaria ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil y confía en que se esclarezca lo ocurrido, mientras ofrece dicha recompensa con el fin de llamar a la colaboración ciudadana. "No es que me sobre el dinero, pero no me importa. Tenía 3.000 euros ahorrados y decidí ofrecer parte de lo que tengo a quien lo encuentre", asegura.

Sin embargo, la recompensa también ha provocado que reciba llamadas tratando de estafarla. "He ido hasta Peñíscola con el dinero en la mano porque me llamaron para decirme que estaban allí y luego no había nadie", lamenta.

Rosa también reconoce que, al contrario, mucha gente le ha ofrecido colaboración, pide ayuda para encontrarlo porque insiste en que el perro "es mi vida, necesito que aparezca" y confía en que "esté donde esté que me lo cuiden".

La Guardia Civil le ha reconocido que el robo de perros de pedigrí para su cruce podría ser la razón, ya que según en qué razas puede llegar a valores astronómicos.

A la tensión de no encontrar al animal ni tener noticias se suma la preocupación de su dueña por la salud de su perro. Tiene epilepsia y el azúcar bajo, por lo que necesita de su medicación.

"Solo quiero que me lo devuelvan, pagarles la recompensa y olvidarme de todo esto", reconoce su dueña.

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