POR PRIMERA VEZ EN ESPAÑA
El caso de Minerva Palomar es el primero de este tipo que se diagnostica en nuestro pais. En su casa las paredes están forradas de alumino para evitar las ondas. Ella va vestida con un traje de fibra de plata, incluso en su casa. Debe evitar la exposición prolongada a estas ondas que le producen dolores musculares. Además de otros síntomas: "Tengo pérdidas fuertes de memoria", asegura.
En octubre del 1996 empezó a encontrarse y en 2004 se le diagnosticó hipersensibilidad electromagnética. Un juez ha reconocido su invalidez. Sin embargo, la única ayuda es la de sus familiares. Sale poco de casa, cuando lo hace es con un medidor de ondas. Es la primera vez que un juez reconoce esta enfermedad en España.