Desaparición
El hombre desapareció tras una separación matrimonial en 2003 , ahora la Guardia Civil lo ha localizado en Navarra donde ha vivido con grandes penurias y ha posibilitado el ansiado reencuentro
Veintiún años de espera sin saber nada de su padre, creyendo muchas veces que si conseguía algún indicio sería el de la confirmación de su fallecimiento. Pero algunas historias tienen un final feliz, y esta lo tiene.
El empeño de Begoña Moncayo por encontrar a su progenitor ha tenido recompensa gracias al trabajo de la Guardia Civil y de SOS Desaparecidos. El esperado encuentro entre hija y padre se produjo hace unos días en la localidad navarra de Caparroso, donde reside él desde hace unos años. El emotivo encuentro apenas duró unos minutos. Muchos abrazos, miradas y también silencios. Mucho por contar y por explicar, muchos años de ausencia de la figura paterna que requieren ser justificados.
Hace 21 años, Antonio Moncayo abandonaba el domicilio familiar tras una separación matrimonial. Este hecho unido a la pérdida de su mejor amigo pudieron ser la causa de su desaparición y 'caída a los infiernos'. Su ultimo contacto se produjo unos meses después. Vivía en la calle con problemas médicos y económicos, sumido en una fuerte depresión. Según detalló a los agentes de la Guardia Civil, acabó viviendo entre cartones en Navarra. Allí, en un banco y muy deteriorado, lo encontró una familia de feriantes en 2007. Desde entonces vive con ellos y viaja y trabaja de feria en feria.
La denuncia de desaparición fue presentada por la exmujer, los hijos y sus hermanos, en dependencias de la Guardia Civil en Barakaldo en el año 2009. Los investigadores, teniendo en cuenta el tipo de desaparición, realizaron gestiones para la localización de esta persona en el último domicilio facilitado por los familiares y por calles próximas del barrio de Zorrotza de Bilbao dando resultado negativo.
Ningún caso de desaparición queda archivado
A partir de ese momento, se aplicó del Protocolo de Actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante Casos de Personas Desaparecidas por el Centro Nacional de Desaparecidos, y la Guardia Civil procedió a la toma de ADN de uno de sus hijos, dando resultado negativo. Tampoco en el registro civil figuraba certificado de fallecimiento alguno, ni empadronamiento en ningún ayuntamiento.
Los investigadores, en el trascurso de nuevas pesquisas, localizaron una cuenta corriente en uso en una sucursal de un banco en Caparroso, en Navarra, en la que se seguía ingresando y cobrando cada mes la pensión del hombre. Guardias civiles de Bizkaia se desplazaron a esa localidad y el pasado 19 de marzo se encontraba al desaparecido en perfecto estado de salud y le comunicaba que su familia les estaba buscando desde hacía años. Antonio accedía a facilitar su localización y permitir que su hija, más de dos décadas después, pudiese dar de nuevo un abrazo a su padre.
Desde Guardia Civil se informa que ningún caso de desaparición queda archivado pero que al tratarse de una desaparición voluntaria de una persona mayor de edad, las investigaciones solo pueden estar orientadas únicamente a su localización. Debe ser decisión de la persona desaparecida informar a los familiares de su paradero o de algún método de contacto. En caso negativo serían informados solo de la localización. La Guardia Civil no archiva ningún caso de desaparición.
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