EJERCIÓ SIEMPRE SUS FUNCIONES PARENTALES
Una mujer deberá devolver todas las pensiones de paternidad que pagó su antigua pareja, de la que se había separado hacía tiempo y a la que había ocultado que el hijo común no era suyo, además de otros gastos que había sufragado a lo largo de los años, y 40.000 euros en concepto de indemnización.
Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Girona, la condenada deberá abonar más de 147.000 euros, de los que poco más de 107.000 corresponden a las pensiones y a costes como estudios sufragados por el que creía ser el padre.
El nuevo fallo corresponde a un recurso interpuesto por la víctima después de que los tribunales cifraran en 10.000 euros la cantidad que percibir como indemnización. La nueva sentencia aumenta esa cifra a 40.000 euros y tiene en cuenta los gastos por pensión de paternidad y gastos abonados, después de tener en cuenta que, aunque el recurrente había admitido que sabía que su antigua esposa le había sido infiel, es diferente de que el hijo en común era fruto de una relación extramatrimonial.
Las pruebas revelan además que la mujer ocultó durante 22 años que la víctima no era el padre y el fallo considera que se produjo un daño moral al conocer la verdad después de tanto tiempo, hasta el punto de que el hombre precisó de tratamiento psicológico. El tribunal destaca además que la persona engañada ejerció siempre sus funciones paternales y establece el pago de esos más de 147.000 euros por parte de la mujer, que puede presentar recurso.