Valencia
La hija de la fallecida no alertó a los servicios de emergencia y la Policía investiga las circunstancias del caso.
Una mujer de 60 años ha convivido durante más de un mes con el cadáver de su madre, de 95 años, en su domicilio en el distrito de L’Olivereta, en Valencia. La Policía Nacional ha sido alertada este viernes por una sobrina de la fallecida, que preocupada por el fuerte olor que salía de la vivienda y tras los comentarios de los vecinos, decidió llamar al 112.
Cuando los agentes llegaron al domicilio, descubrieron el cuerpo de la anciana en estado de momificación. Según las primeras investigaciones, la mujer habría fallecido el pasado 6 de diciembre por causas naturales, aunque será la autopsia, que se realizará en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, la que determine las causas exactas de la muerte.
El olor proveniente del piso levantó las sospechas entre los vecinos, que señalaron que la hija de la anciana, llamada Montse, tenía un comportamiento reservado y apenas hablaba con ellos. Según los vecinos del edificio, madre e hija discutían con frecuencia, y los gritos eran habituales. "La Policía ha venido varias veces en los últimos años. Nosotros llamábamos al 091, pero cuando llegaban los policías y llamaban a la puerta dejaban de gritar y no abría nadie", ha explicado una vecina.
Montse, que trabajaba en el Hospital La Fe pero estaba de baja médica debido a una depresión, solía decir que su madre no salía de casa por problemas de salud. Durante el mes que ha convivido con el cadáver, los vecinos no han notado su ausencia, ya que salía ocasionalmente, pero evitaba interactuar.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se ha hecho cargo del caso y ha interrogado a Montse para esclarecer por qué no informó sobre la muerte de su madre. Según fuentes policiales, la mujer habría dado respuestas incoherentes, mencionando problemas económicos como una posible razón para no haber avisado a las autoridades.
Sin embargo, los familiares aseguran desconocer que Montse tuviera dificultades económicas. Algunos piensan que alguien podría haberla estafado, lo que habría empeorado su situación mental.
La Policía Científica inspeccionó la vivienda sin encontrar indicios de violencia ni pruebas que sugieran un crimen. Todo apunta a que la muerte de la anciana se produjo de forma natural. Aun así, los resultados de la autopsia serán determinantes para descartar cualquier otra hipótesis.
Los familiares de la anciana se encuentran consternados por la muerte de la anciana y por la situación de Montse, a quien describen como una mujer reservada que parece estar desorientada. Tras el interrogatorio, Montse acudió al juzgado para preguntar por los trámites del entierro y la autopsia. Por el momento, la Policía sigue investigando el caso para aclarar todos los detalles sobre el motivo por el que la hija no avisó de la muerte de su madre y apoyar a la familia en este momento.
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