EN ESPAÑA HA HABIDO DOS MUERTES
El primer caso surgió en Guinea, hace menos de un año. A partir de ahí empieza la epidemia letal del ébola. Ha matado a más de 3.400 personas desde que apareció en África Occidental, y ahora ha empezado a extenderse más rápido, infectando a casi 7.200 personas desde el momento.
Surgió en Guinea Conakry donde el primer enfermo murió a los pocos días sin reaccionar al tratamiento y sin que nadie supiera qué tenía. El médico, que ha dado la mano al paciente, vuelve a casa y contagia a su familia, que a su vez infecta a otros vecinos en el mercado.
En el entierro del primer enfermo, los trabajadores de la funeraria amortajan el cadáver y sus allegados lo entierran en su aldea. Tras doce días de incubación, todos ellos sufrirán los mismos síntomas sin que nadie sepa cómo un muerto puede contagiar algo así a los vivos.
El ébola ya está activo y comienza a propagarse por otros países. Los síntomas son una fiebre hemorrágica que nunca antes se había visto en la zona oeste del continente.
Pasa de Guinea a Sierra Leona, donde mueren 1.216 personas, luego a Liberia, por ahora el país más afectado con 1698 fallecidos. De ahí se propaga a Nigeria, a la urbe más grande del África negra: Lagos, con 25 millones de habitantes que está en estado de alerta.
El 5 de agosto se supo que el religioso Miguel Pajares había dado positivo en las pruebas del ébola. Dos días después un avión del Ejército del Aire repatriaba desde Liberia al religioso español Miguel Pajares, infectado por el virus del ébola, y a la monja de origen guineano y pasaporte español Juliana Bohi.
Sin embargo, el ZMapp no pudo curar al misionero y el día 12 fallecía en el Carlos III de Madrid.
No fue el único español contagiado en África y repatriado a España, el día 22 de septiembre era ingresado, en el mismo hospital, el misionero y doctor Manuel García Viejo, infectado por el virus. Solo vivió cuatro días más.