Caso Alcàsser
Antonio Anglés, principal sospechoso del caso Alcásser, lleva desaparecido desde el año 1993, sin que se le haya podido juzgar nunca. En apenas un mes, han muerto dos de sus hermanos.
La figura de Antonio Anglés, el principal sospechoso de la violación, tortura y asesinato de las niñas de Alcàsser en 1992, vuelve a ser noticia. En esta ocasión, porque dos de sus hermanos, Enrique y Roberto, han fallecido con tan solo un mes de diferencia. Ambos fueron investigados, pero se descartó la implicación de los dos en la participación de los asesinatos, achacándola únicamente a Antonio Anglés, quien, tras 29 años, sigue desaparecido.
Enrique Anglés, que tenía discapacidad, fue clave para saber que su hermano Antonio era el principal sospechoso de la desaparición, secuestro, tortura, violación y asesinato de las niñas. En la fosa donde habían quedado enterrados los cuerpos de las chicas, había un volante médico que tenía su nombre. Sin embargo, se descubrió que era su hermano Antonio quien se había hecho pasar por él. Enrique, que había sido detenido, terminó siendo puesto en libertad apenas unas horas más tarde.
La búsqueda de Anglés duró un total de dos meses, momento en que se le perdió la pista y nunca se le volvió a ver. Se sabe que trató de embarcar en un transporte para poder escapar por mar, pero nunca se supo si se tiró al agua y murió ahogado o consiguió llegar a su destino. El otro sospechoso, Miguel Ricart, fue imputado y condenado, siendo hasta ahora el único culpable declarado como tal por la justicia por el horrendo crimen de Alcàsser.
¿Hay posibilidades de encontrar a Antonio Anglés con vida?
Aunque todavía es posible dar con Antonio Anglés en caso de que siga vivo, las posibilidades se reducen poco a poco. Su entorno más cercano es ya muy pequeño tras el fallecimiento de dos hermanos suyos, y de gran parte de quienes contribuyeron a la investigación. Aunque la búsqueda de Anglés fue reactivada el pasado febrero de 2021, urge buscar el mayor número de pistas posibles antes de que se acabe el tiempo para dar con él si es que sigue con vida.
La teoría más compartida por las autoridades es que se arrojó al mar tratando de huir de las autoridades y falleció por ahogamiento. Sin embargo, la buena noticia está en que todavía no se ha dado con ninguna muestra de ADN sobre él en su desaparición, lo cual arroja la esperanza de que todavía se le pueda atrapar y juzgar. Casi tres décadas después de los asesinatos, las familias de Miriam, Toñi y Desirée siguen confiando en que se pueda hacer justicia en nombre de sus hijas.