EL OLEAJE
Paseaba con su familia por una playa cuando un desprendimiento de rocas acabó con su vida. Le sucedía anoche a una mujer en Conil, Cádiz. Una de las piedras de grandes dimensiones le golpeó la cabeza. En la zona un cartel advierte del riesgo de avalanchas aunque no suelen producirse en esta época del año.
Después de las primeras investigaciones se apunta a la posibilidad de que la pleamar y su oleaje goleando el acantilado terminara debilitándolo, o también a un terremoto de 3,5 grados de magnitud que el pasado 31 de agosto tuvo lugar en la zona del campo de Gibraltat.
Este sábado con la playa ya abierta los bañistas que se han dado cita han tratado de volver a la normalidad aunque con la mente puesta en el dramático suceso de este viernes.