ERA DE PONTEVEDRA
David Patiño, de 35 años, trataba de avisar del peligro a una mujer que se bañaba en esta piscina natural de Los Gigantes cuando una ola lo sorprendió cubriéndolo todo, incluido las rocas en las que él estaba. Así, el accidente que acabó con su vida y la de la mujer que tampoco pudo ser auxiliada.
El pontevedrés estaba en la zona con su novia tinerfeña, con la que se había comprometido ese mismo día. Ella, testigo de todo, tuvo que ser ingresada con una crisis de ansiedad.
Habitualmente se activa un protocolo para precintar las zonas más peligrosas, pero en esta ocasión la naturaleza se adelantó varias horas a las previsiones.