Asesinato
La británica de 80 años ha sido hallada sin vida y con tres disparos en una habitación de su domicilio en Elche.
Una mujer británica de 80 años ha sido asesinada a tiros en Elche, en Alicante. La anciana ha sido encontrada en una habitación sin vida y con tres disparos. Los agentes de la Policía Nacional han abierto una investigación para esclarecer los hechos del nuevo crimen en la Comunidad Valenciana. El cadáver fue encontrado durante la tarde del pasado miércoles tras un aviso de los vecinos a las autoridades.
Los vecinos alertaron a la Policía después de que la mujer citase a un profesional de arreglos domésticos y esta no abriese la puerta. En torno a las 18:30 horas de la tarde, las autoridades se personaron en la vivienda de la mujer británica para comprobar que todo estuviese bien. Fue entonces cuando encontraron el cuerpo en la habitación de la casa.
Los efectivos de la Policía Judicial y Científica encontraron el cadáver con tres impactos de bala, aunque se desconoce de momento el tipo de arma de fuego que se empleó. El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Alicante tras la orden de una comisión judicial que ordenó el levantamiento. Se espera que se realice la autopsia para hacer oficial la causa de la muerte.
Abierta una investigación del crimen
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Elche han tomado las riendas de la investigación y todas las hipótesis están encima de la mesa. Medios locales han informado que la Policía montó un servicio de vigilancia para buscar algo sospechoso ya que la mujer llevaba poco tiempo fallecida. La anciana vivía sola en la localidad alicantina de Elche.
No es el primer crimen que se comete en la localidad de Alicante, el pasado mes de febrero, un menor cometió un parricidio acabando con la vida de sus padres y su hermano. El adolescente relató a los agentes de la Policía cómo asesinó a su padre tras acabar con la vida de su madre y hermano. Cometió el crimen con una escopeta de cartuchos del calibre 12 que tenía el padre, aficionado a la caza. El parricida convivió cuatro días junto a los cadáveres de su familia hasta que una vecina y la hermana de la madre alertaran a las autoridades.