Portillo de la Sía
Fueron dos compañeros quienes dieron la voz de alarma.
El desprendimiento de parte del techo de una cueva en exploración en Soba ha sorprendido a los tres espeleólogos franceses cuando llevaban 45 minutos en su interior. Uno de ellos ha fallecido como consecuencia del derrumbe. Todo habría ocurrido en una sala de 1,5 metros con forma circular. Sus compañeros, que no han podido hacer nada por salvarle, han sido quienes han dado la voz de alarma. Inmediatamente se ha activado un amplio dispositivo de rescate.
En estas labores trabajan 30 efectivos entre técnicos de la Dirección General de Interior del Gobierno de Cantabria, efectivos del 112, espeleólogos de la Cruz Roja, Greim de Potes, Guardia Civil y voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Ramales de la Victoria. El centro de operaciones se ha instalado en el Polideportivo del CEIP Jerónimo Pérez Sainz de la Maza. Desde donde se coordinan las labores de extracción del cadáver.
A esta hora todavía no se habría conseguido recuperar. El trabajo debe ser lento y meticuloso. La cavidad es compleja y muy estrecha con dos pozos de 25 y 7 metros. Incluso serán necesarias microvoladuras para conseguir retirar meandros muy estrechos para llegar hasta él.
Calculan que el rescate del cuerpo del espeleólogo francés podría alargarse durante horas. Llegar a la boca de la cueva puede llevar cerca de dos horas. Ya dentro el equipo de búsqueda tendrá que recorrerla durante al menos 45 minutos. A ello habrá que sumar el camino de regreso.
Tanto el Alcalde de Soba como el operativo de búsqueda tienen nulas esperanzas de que el espeleólogo francés haya conseguido sobrevivir al accidente. Esta cueva, todavía sin nombre, forma parte de una nueva ruta de espeleología.