Intoxicación alimentaria
Los servicios de Vigilancia Epidemiológica son los encargados de investigar lo ocurrido y determinar cuáles fueron las causas que provocaron la muerte de la mujer.
Una mujer de avanzada edad ha fallecido este domingo en Salamanca. La mujer se encontraba en la boda de su nieta y, al parecer, una posible intoxicación alimentaria ha sido la causa de la muerte. La policía está investigando lo sucedido, ya que habría afectado también a otras 40 personas. Todas ellas han tenido que ser atendidas por los servicios sanitarios.
Con motivo de esta intoxicación, los servicios de Vigilancia Epidemiológica son los encargados de llevar a cabo las investigaciones de lo ocurrido. Asimismo, todavía no se ha podido confirmar si la intoxicación ha sido la causa de la muerte de la mujer. Los especialistas están recabando muestras para averiguar a qué pudo deberse el suceso.
Las intoxicaciones alimentarias son uno de los riesgos asociados al aumento de las temperaturas a causa de la crisis climática del planeta. En el último mes, nueve personas han sido hospitalizadas en España por botulismo, tres de ellas en la UCI, por consumir tortillas envasadas. El botulismo es una intoxicación alimentaria ocasionada por una toxina que ataca directamente a los nervios del cuerpo humano y puede llegar a provocar incluso la muerte. 1 de cada 5 millones de habitantes sufren esta enfermedad que puede ser muy peligrosa.
Según los boletines epidemiológicos oficiales, las intoxicaciones y enfermedades de transmisión alimentaria crecen un 20% más debido al aumento de temperaturas. El calor y las intoxicaciones están altamente relacionadas ya que, cuando aumenta la temperatura, también sube exponencialmente la proliferación de las bacterias.
Los patógenos que producen estas infecciones se encuentran en pequeñas cantidades que no suponen un riesgo en los alimentos en todo el proceso de producción. Desde que la materia prima sale de las granjas, después en las fábricas y en los centros de distribución, para finalmente ser consumido en bares y restaurantes. La clave es eliminarlos o mantenerlos a niveles seguros en todo momento. Para ello, es necesario que se sigan unos procedimientos muy minuciosos para controlar la presencia de estos patógenos desde el principio.