Inmigración
Las Islas Canarias han vuelto a ser escenario de la cara más cruel de la inmigración después de que el martes por la noche una niña subsahariana entrase en parada cardiorrespiratoria al poco de llegar en patera, junto a otras 51 personas, al puerto de Gran Canaria.
De entre los 52 inmigrantes, nueve son niños y 29 mujeres, una de ellas embarazada. Seis de los menores, además, están siendo atendidos en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas, entre ellos la niña en estado crítico.
A la deriva y con mal tiempo
"La pequeña está en estado crítico y fue necesaria su reanimación cardiopulmonar porque en el momento de llegada sufrió una parada cardiaca y requirió 'in situ' atención avanzada por parte de los servicios médicos", explica Moisés Sánchez, director del 112 Canarias.
"Este tipo de paradas cardiorrespiratorias suelen producirse a causa de la hipotermia severa. No olvidemos que llevaban aproximadamente cinco días en alta mar, con unas condiciones meteorológicas bastante malas", añade.
Sánchez explica que "cuando los servicios de inteligencia de la Guardia Civil tienen noticia de que embarcaciones de inmigrantes parten desde Mauritania, Senegal o Marruecos rumbo a Canarias, nos avisan tanto a nosotros como a Salvamento Marítimo para que estemos pendientes y en pre-alerta ante esta situación".
"En muchas ocasiones son los propios inmigrantes los que llaman por teléfono desde las embarcaciones para pedir auxilio e intentar que nosotros los podamos ubicar para poder enviar ayuda", señala.
De Dajla a Maspalomas
La patera que llegó el martes a Maspalomas salió desde Dajla, en el sur del Sahara. "Alrededor de las 22 horas recibimos una alerta de Salvamento Marítimo en la que se nos informaba que su helicóptero había localizado, a ocho millas al sur del puerto de Maspalomas, una patera".
"Salvamento nos explicó que era muy posible en la embarcación se encontrasen personas en muy mal estado de salud", recuerda. "Y así fue. A su llegada a puerto, la mayoría necesitó que los desembarcasen en camilla".