Coronavirus
Christhi tiene 43 años, es alemán y está casado con Almudena, una madrileña a la que conoció en un Erasmus en Suecia. Tienen dos niños, Adrián y Mar, y es un entusiasta de España. Hace un mes comenzó a sentirse mal. Todavía no es capaz de caminar sin cansarse.
Dos semanas en casa, una semana en el hospital y cuatro días en ifema
Lo que arrancó como un catarro fuerte se complicó con tos y una fiebre imbatible. El COVID-19 actúa como una apisonadora cuando alcanza los pulmones. A Christhi le atacó a los dos; la neumonía bilateral característica de estos pacientes. Los médicos ya saben lo que tienen delante en cuanto ven la placa, haya dado el paciente positivo o no en los test.
Sabe que ha tenido suerte y no puede evitar recordar a las personas que han fallecido
Ifema es la última escala de este "viaje" que no le hubiera gustado emprender aunque sabe que tiene suerte y no puede evitar recordar a los que han muerto por culpa del maldito virus que amenaza a todo el planeta. El hospital provisional construido en tres días le ha sorprendido, sobre todo por los profesionales que están al pie del cañón sin perder el ánimo. Médicos, personal de enfermería, celadores y voluntarios dan mucho más de lo que pueden.
Es alemán y nunca había escuchado "Resistiré", ya no la olvidará
Le sorprendió la profesionalidad de todos ellos pero también las enormes dimensiones, le sorprendió que le preguntaran si necesitaba comer más, le sorprendieron los geles y champús de "Paradores", le sorprendió el carrito con libros para que los enfermos menos graves pudieran evadirse, le sorprendió el Hoverboard que -combinado con la silla de ruedas- permite trasladar a los pacientes con más fácilidad a lo largo de los gigantescos pasillos, le sorprendió la energía de los sanitarios intentando animarles a las ocho de la tarde con aquel "Resistiré", una canción nueva para un alemán pero que ahora nunca olvidará.
Uno de los médicos que le atendió en el hospital se ha contagiado
Como no olvidará las primeras semanas que fueron muy duras en casa, cada vez se sentía peor hasta que no pudo más, la primera placa sólo mostró que estaba afectado un pulmón, 48 horas después ya estaban los dos. Llegó entonces el ingreso en el hospital 'Ramón y Cajal' donde la atención fue fantástica aunque era evidente que la situación era extrema y que faltaban medios. Ahora ha sabido que su médico también se ha contagiado.
Del hospital volvió a casa pero no terminó de mejorar, la analítica volvió a empeorar y se convirtió en candidato para Ifema. Ahora espera que éste sea el final de su enfermedad, sabe que no es el final de la historia. Porque esta historia tiene muchos capítulos...