TANTO VALLISOLETANOS COMO TURISTAS
Miles de personas, tanto vallisoletanos como turistas, han acompañado a la procesión general de Viernes Santo, la más importante de todas las que se celebran en la ciudad y la de mayor interés artístico e iconográfico de España, que ha podido salir con normalidad.
A pesar de que este mediodía, momentos antes del Sermón de las Siete Palabras, ha caído una fina y escasa lluvia, la tarde a dado paso a cielos más despejados y temperaturas agradables que han animado a llenar las calles de la ciudad.
Cientos de cofrades han participado en la procesión general de la Sagrada Pasión del Redentor, considerada fiel representación de la Pasión y Muerte de Cristo, desde la Sagrada Cena hasta el Entierro en el Santo Sepulcro, que desfilan precediendo a Nuestra Señora de las Angustias.
A la espera de la llegada de la procesión, a lo largo del recorrido se han apostado niños y mayores, muchos con sus sillas, para hacerse con un buen sitio desde el que no perder detalle de los pasos, que como es tradición han llegado acompañados del olor a incienso de las cofradías de Valladolid. Además, este año una decena de embajadores de otros tantos países como Rusia, Países Bajos, Brasil o Costa Rica han podido ver la procesión, al igual que el Sermón de las Siete Palabras al que han asistido.
Obras de Gregorio Fernández, Juan de Juni y otros escultores de la escuela castellana, iluminadas tenuemente y al sonido de tambores y trompetas han recorrido las calles céntricas de la ciudad, en una de las escenas más sobrecogedoras de la Semana Santa española.