¿Miedo a quitarte la mascarilla? Este es el síndrome de la cara vacía

Llevan más de dos años con nosotros. Nos acompañan en todas partes: en la calle, en el autobús o en el trabajo. Ahora la obligación de llevar la mascarilla en la mayoría de espacios cerrados tiene los días contados. En solo 24 horas se aprueba el fin de las mascarillas, y un día después, el próximo miércoles 20 de abril dejaremos de llevarlas en los interiores.

A partir de ese momento será una cuestión absolutamente voluntaria a excepción de algunos casos puntuales como el del transporte público. Pero, ¿se la va a quitar la gente tras la nueva medida del Gobierno?

Miedo a destaparse la cara

Mientras unos aplauden esta medida otros se muestran más reacios y piensan seguir usándola. Por miedo, por vergüenza o por inseguridad. Es lo que se conoce como el Síndrome de la 'cara vacía'. "Genera un gran temor o una inseguridad cuando por fin ha llegado el momento de destaparse la cara", nos explica la psicóloga Natalia Ortega, que se está encontrando con este tipo de casos en su consulta.

Según Ortega, la mayoría son adolescentes "que es cuando están en pleno desarrollo a nivel de madurez". Muchos de sus pacientes le dicen que no saben si se van a quitar la mascarilla o depende de con quién se encuentren. "Puede generar mucho sentimiento de ansiedad. Su autoestima se ve disminuida, puede provocar que se aíslen, un poco más, socialmente".

Ante esto la psicóloga recomienda a los padres dejarles espacio y el tiempo que necesiten, no forzar la situación porque podría generar el efecto contrario. “Es muy importante que lo normalicemos, que no se obligue a que lo hagan de manera inmediata. Poco a poco ellos van a ir viendo que es mucho más saludable y que hay muchos más valores que solo el físico”.

¿Dónde debemos seguir llevándolas?

Mañana el Consejo de Ministros aprueba la norma de retirar el uso de mascarillas en interiores. Ahí dejarán de ser obligatorias a excepción de las farmacias, hospitales, residencias y el transporte público.

También en los colegios, donde cada Comunidad Autónoma será la encargada de decidir cómo va a aplicar la medida. Cataluña, por ejemplo, plantea eliminar su uso en los cursos de Educación Primaria y Educación Secundaria. Andalucía, sin embargo, recomienda mantenerla en los centros. El resto de regiones esperará a ver cómo queda en el Boletín Oficial del Estado para tomar su decisión.