'Metring'
Vuelve el bautizado como 'metring', un juego que puede llegar a ser mortal. Es la moda que circula entre los jóvenes desde hace muchos años, una peligrosa actividad por la que ponen en riesgo sus vidas subiéndose a los vagones de metro o autobuses en marcha y circulando en su exterior.
Esperan a que entre el metro en la estación y, una vez se cierran las puertas de sus vagones, se enganchan a las paredes con el objetivo de aguantar hasta la siguiente parada. Para ellos es un juego. Pero realmente se trata de una temeridad. Además, estos últimos años se suma el riesgo de grabarlo y subirlo a las redes sociales, por lo que únicamente se sujetan con una mano.
Hace pocos días, la Diagonal de Barcelona era testigo de la imprudencia de un joven que se subía a las parte trasera de un autobús en marcha, que circulaba por una de las vías principales de la ciudad. El conductor que seguía al autobús capturaba el momento desde su vehículo con su teléfono móvil.
Una imagen similar se repetía en el Metro de Barcelona, cuando un adolescente se grababa a sí mismo mientras estaba enganchado a un convoy de la L3 de Barcelona. Este recorrido suele ser muy frecuentado por aquellos que practican el 'metring', especialmente por las curvas que hay entre las paradas de Liceu y Drassanes.
El 'metring' se practica desde hace años
El 'metring' no es una práctica novedosa, sino que es un "juego" que los jóvenes llevan repitiendo desde hace años.
Ver quien aguanta más es el reto entre ellos, pero no tienen en cuenta que su integridad física corre peligro con este tipo de actividades. A lo largo de los años se han dado distintos casos en los que muchos adolescentes han terminado sufriendo las consecuencias del 'metring'.
En la década de los 90, cuatro jóvenes perdieron la vida por practicar esta imprudencia, y a otros tantos les tuvieron que amputar sus piernas al caer de los acoples de metal que hay entre los vagones. Una moda arriesgada que se ha repetido nuevamente entre los adolescentes de Barcelona.