LOS ROBOS SUELEN SER HABITUALES

El mercadillo ilegal de Atocha

Decenas de inmigrantes instalan todo los días un 'bazar' en miniatura en los alrededores de la plaza madrileña de Atocha. Zapatos, ropa, antigüedades, gafas o teléfonos móviles. Cualquier artículo tiene cabida en este mercadillo ambulante que se mueve al compás que marca la Policía.

La céntrica plaza de Atocha es el lugar por donde a diario miles de viajeros transitan hacia diferentes destinos. Un epicentro de las comunicaciones y un lugar que utilizan algunos inmigrantes para instalar un mercadillo ambulante donde es posible encontrar cualquier artículo.

Se venden desde gafas de sol a teléfonos móviles pasando por bolsos, ropa, antigüedades. Un material que, según denuncian las personas que transitan y trabajan en los alrededores de Atocha, procede en parte de robos.

Un problema que la Policía trata de atajar persiguiendo a estos mercaderes ambulantes.Una lucha diaria que los agentes tratan sin éxito de ganar.

Los vendedores cada vez que ven aparecer a la Policía desaparecen con su mercancía a cuestas. Algunos caen en las redes policiales pero a las pocas horas regresan al lugar para seguir ganándose la vida en este pequeño 'bazar' urbano.

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