Sexo menores
Los expertos advierten de que es un grave problema porque distorsionan la imagen de la sexualidad, además de ser el origen de otros traumas, adicciones y delitos.
Son datos alarmantes. La Fundación de Ayuda a la Drogadicción y Save the Children informa de que la visualización pornografía se inicia entre los 8 y 12 años, y en edades más avanzadas, entre los 13 y los 17 años, el 70% de los jóvenes consumen porno de manera habitual.
Los testimonios de dos jóvenes que necesitaron terapia por sus problemas con el sexo revelan la gravedad a la se enfrenta la sociedad con este tema. Laura (nombre ficticio) nos cuenta que empezó a consumir pornografía con tan solo 9 años, lo hacía desde el ordenador de su hermano y en casa nadie se dio cuenta.
A los 13 años tuvo su primer encuentro sexual y, a partir de ahí, la mayoría de sus relaciones fueron tóxicas como ella explica: "Para sentirme valorada y apreciada por los demás mantengo relaciones afectivo sexuales con cualquier persona". Algo que le ha pasado factura, ha necesitado ayuda para superar su adicción al sexo y ahora sabe que lo que veía en la pornografía no se corresponde con la realidad.
Por su parte Marta (nombre ficticio) comenzaba a ver páginas para adultos a los 12 años y su percepción fue errónea. "En los vídeos parecía que se sentía muy bien", explica, pero cuando tuvo relaciones se dio cuenta que eso no era así: "Lo que se ve en los vídeos no tiene nada que ver con como es en realidad". En su caso, acceder a este tipo de contenido le fue muy fácil, lo hacía desde su teléfono móvil.
Expertos como Jordi Royo, Director Clínico de Amalgama 7, advierten: "Los jóvenes hoy tienen un acceso masivo a la pornografía".Cree que los menores deben estar más controlados por los padres porque ese contenido condiciona o influencia la vida emocional y sexual de los chicos y chicas, y crean una imagen distorsionada del sexo. Consumir este tipo de páginas a una edad temprana también puede generar traumas. Según Jordi Royo, será necesaria "una ley que impidiera a los menores el acceso a contenido violento y, especialmente, de violencia sexual". Los expertos están de acuerdo en que el consumo de pornografía está detrás de muchos de los delitos sexuales que se producen.