EXPOSICIÓN EN MADRID
Estratégicamente ubicado, en la frontera entre Alemania y Polonia, Auschwitz nació para hacer el mayor daño posible. Y lo hizo. 1.300.000 personas cruzaron sus puertas, la inmensa mayoría fueron exterminados. Casi todos, judíos, pero también gitanos, presos políticos, homosexuales... miles de niños. En el templo del terror, el nazismo pudo desplegar la mayor barbarie genocida del siglo XX.
Madrid es la primera parada mundial de esta exposición que busca mantener vivo el recuerdo del holocausto. Para Luis Ferreiro, su director, "lo más terrorífico es que es una historia de humanos contra humanos. Todos los crímenes los cometieron gente culta, médicos, que hacían la selección, quién moría y quién seguía vivo". Cada objeto es una historia: huellas de pisadas sin retorno, miles de maletas... y las cartas de los prisioneros a sus familias.
1.100.000 personas asesinadas en estos muros entre 1940 y 1944. 7.000 supervivientes, muchos al borde de la muerte, vieron como las tropas aliadas conseguían liberar de los nazis el campo de concentración. El campo del horror, no hace mucho... y no muy lejos.