EN UNA CARTA ENVIADA A SUS SUPERIORES
Juan Manuel Parra Ramírez fue el primer doctor que trató a Teresa Romero cuando ésta ingresó en el Carlos III de Madrid. Ha decidido ingresar voluntariamente como medida de precaución en el Carlos III, pero antes ha denunciado, a través de una carta interna dirigida a los profesionales técnicos de su hospital, de cómo fue el momento de entrar en contacto con la paciente. Parra afirma que en el momento en el que se le informó del positivo de Teresa Romero procedió a colocarse un segundo traje de mayor nivel de seguridad, pero se percató de que las mangas le quedaban cortas.
La auxiliar de enfermería estuvo ingresada en un box en el que al personal de limpieza se niega a entrar por miedo al contagio. Ahora se ha contratado a una empresa especializada en desinfecciones sanitarias para terminar con el peligro biológico.
También la casa de la infectada será limpiada con lejía concentrada para destruir por completo cualquier resto del virus que pueda existir, y así que desaparezca la alarma social que existe entre los vecinos.
Sanidad ha tomado dos medidas: modifica el protocolo para que todas las personas que hayan tenido contacto con enfermos de ébola y que tengan décimas de fiebre sean considerados de alto riesgo, sin necesidad de que su temperatura corporal alcance los 38,6 grados. Además, vacía la quinta planta del Carlos III para atender a sospechosos de contagio por la enfermedad.