NO LE DIERON OTRA OPCIÓN

Una médico, obligada a examinarse tras dar a luz y aún sangrando para acceder a una plaza fija en Madrid

Carmen Truyols, una médico anestesista, tuvo que presentarse al examen "a pesar de no haber dormido, no poder mover las piernas por efectos de la anestesia y de sangrar, como es normal en las primeras horas después del parto".

Una médico anestesista de la Comunidad de Madrid ha denunciado que ha sido obligada a presentarse a un examen para optar a una plaza fija en un hospital inmediatamente después de salir de dar a luz para no perder la convocatoria, pese a que una semana antes del examen, que se ha celebrado este sábado, 26 de noviembre, avisó de que podía ponerse de parto sin que le dieran otra solución.

"Salí del paritorio con la anestesia epidural y los sueros puestos y no llegué ni a pasar por mi habitación, me fui directamente a hacer el examen. De hecho, los médicos tuvieron que darse prisa para que llegara al examen", ha explicado la médico, Carmen Truyols.

Truyols es especialista en Anestesiología y Reanimación y, tras los cuatro años de residente por haber aprobado las oposiciones, lleva tres años encadenando contratos temporales con la Comunidad de Madrid en calidad de "trabajadora eventual". "Firmo contratos cada seis meses o cada año, pero he llegado a firmar contratos para dos meses", explica.

Por eso, cuando se apuntó al examen (junto con otras 650 personas) para acceder a una de las 45 plazas fijas, avisó al tribunal de la oposición de que estaba embarazada de 39 semanas y media y que podía ponerse de parto en cualquier momento. "Me dijeron que no había ninguna solución y que lo único que se podía hacer era mandar a alguien al hospital para que me examinara --asegura--. Una de las miembros del tribunal me dijo que sentía vergûenza y que ella también era madre, pero que no hay ninguna posibilidad más establecida".

Así, tras dar a luz a un niño en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, le suturaron, le sondaron y le enseñaron el bebé y, acto seguido, le llevaron a un aula aislada dentro del hospital para hacer el examen "a pesar de no haber dormido, no poder mover las piernas por efectos de la anestesia y de sangrar, como es normal en las primeras horas después del parto".

"No me parece justo tener que presentarte a un examen tan importante así... no había dormido, ni comido, ni estaba en las mismas condiciones que mis compañeros. Tuve que abandonar a un recién nacido durante tres horas, no le pude dar el pecho. En un país en el que intentamos hablar de igualdad laboral, conciliación, maternidad... es vergonzoso exponer a las mujeres a una situación tan sumamente injusta", ha denunciado.

La médico especialista ha explicado que la importancia de presentarse al examen consiste en que "son los primeros que convocan desde la crisis", porque los últimos de este tipo fueron en 2010, según indica. Por eso, gran cantidad de médicos han intentado acceder a alguna de las plazas, especialmente desde que "empezaron a despedir gente" durante la crisis. "Como ninguno teníamos contrato fijo pues no se podía hacer nada", subraya.

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