CASAS OKUPADAS
Alberto llegó a su casa y, con la maleta en la puerta, comprobó que la llave no entraba. Los okupas le habían cambiado la cerradura. Cuando fue a comisaría a denunciar dice que se llevó una sorpresa: "Me recomendaron que no denunciara, y que hiciera lo mismo que habían hecho los okupas: entrar y cambiar la cerradura".
Y con el cerrajero reconquistó su casa. La habían asaltado para alquilarla.
Otros propietarios recurren a empresas de desahucio express, que sitia a los okupas. Les permiten salir de las viviendas pero no volver a entrar hasta que al final no aguantan el hostigamiento.
Otra estrategia es pagar a los okupas. Según la empresa Desokupas, se llega a pagar hasta 2.000 euros para que se marchen de las viviendas.