Euskadi
La Diputación de Vizcaya financiará la compra de perros mastines y de dispositivos de geolocalización del ganado para prevenir los ataques de lobos que se han incrementado en los últimos meses.
El lobo es una especie protegida y su convivencia con la ganadería resulta en ocasiones conflictiva. En los últimos meses se han multiplicado las denuncias de ataques en toda la cornisa cantábrica.
En Vizcaya, aunque no hay constancia de que existan grupos estables en sus montes, las manadas de lobos que pasan a cazar desde zonas limítrofes como Burgos o Cantabria protagonizaron el año pasado 38 ataques. Se produjeron 54 muertes de ganado, principalmente ovino, según los datos aportados por la diputada foral de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi.
Para reducir los efectos de estos ataques en el sector, la Diputación Foral de Vizcaya ha aprobado una línea de ayudas dotada con 100.000 euros destinada a financiar medidas para la protección de ganado y cultivos frente a los daños provocados por la incursión de jabalíes, corzos, lobos, buitres o zorros. La Institución Foral financiará, entre otros, la compra de perros mastines para vigilar el ganado, la adquisición de geolocalizadores para los rebaños o la instalación de vallados. Cada solicitante podrá optar a un máximo de 6.000 euros de ayuda.
En el caso de la compra de perros mastín español, mastín del Pirineo, perro de montaña o sus cruces reconocidos, el importe máximo a percibir será de 600 euros por cada animal. Las personas ganaderas podrán adquirir más de un ejemplar, pero el límite de la ayuda en este caso seguirá siendo de 6.000 euros. La Diputación ha anunciado también el aumento del presupuesto para indemnizaciones por la muerte de animales hasta los 55.000 euros.
La diputada de de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi ha reconocido que algunos rebaños de ovino, los más afectados por los ataques "están dejando de pastar en los montes por miedo".No obstante ha subrayado que "no hay que ser alarmista y hay que tomar medidas para buscar un punto de equilibrio en la difícil coexistencia del lobo y el ganado".